Al cabo como de una hora llegamos a la frontera de Macedonia del Norte, y Serbia. Aunque van ligeros despachando pasaportes, la espera se eterniza. Casi una hora perdida en la frontera. Como siempre, mimpasaporte lo miran y remiran antes de sellarmelo.
Seguimos ruta por una magnifica autopista de peaje, aunque con sus parches, y huellas de las rodadas de losmcamiones. En la frontera me deshago del traje de agua. Pero estamos todo el viaje jugando al gato y al raton conla lluvia. Al final, nos libramos.
Hacia mediodia, paramos a reponer fuerzas en un Area de Servicio. Nos conectamos al WIFI del lugar y comprobamos la prevision del tiempo, que confirma las nubes y posibles tormentas.
A pesar de todo, llegamos a Belgrado sin problemas, a un apartamento en una calle y patio privado, en pleno centro de la ciudad. Muy amplio, moderno y barato.
Belgrado, a grandes rasgos comparte muchas cosas con Madrid. Por ejemplo, en el centro hay una calle que es igual que la calle preciados. Hemos echado un buen rato paseando por ella, y observando a sus gentes. Hay algo de turismo, pero muy poco. Sin embargo esta la calle llena. Tal vez porque al ser domingo las propias gentes de Belgrado disfrutan de las calles y los parques.
A

Alli encontramos -como no- un Zara, entre mil otros establecimientos de marcas de paises europeos y americanos. Sobre todo de cadenas, franquicias y grupos.
Alli encontramos -como no- un Zara, entre mil otros establecimientos de marcas de paises europeos y americanos. Sobre todo de cadenas, franquicias y grupos.
Tambien mucha comida por la calle, y restaurantes de todo tipo.


En un momento dado, nos llamo la atencion encontrar un Instituto Cervantes en plena calle peatonal centrica. Bastante cerca de un parque con buenas vistas.

Las vistas son al Danubio. Belgrado ocupa un lugar en una colina que domina el rio. En ella se encuentra una antigua fortaleza, que ahora es parque y alberga varios museos de segundo orden, como por ejemplo uno de instrumentos de tortura medievales, y otro de armas, pero en plan grandes, tales como misiles, tanques y cañones.

Las vistas son al Danubio. Belgrado ocupa un lugar en una colina que domina el rio. En ella se encuentra una antigua fortaleza, que ahora es parque y alberga varios museos de segundo orden, como por ejemplo uno de instrumentos de tortura medievales, y otro de armas, pero en plan grandes, tales como misiles, tanques y cañones.
Se trata del museo de Nicolas Tesla, pero desafortunadamente, solo aceptaban dinero Serbio. Ni tarjetas de credito ni Euros. Asi que como no habiamos cambiado nada a la moneda local, nos hemos vuelto si ver el museo.
De vuelta ibamos buscando un lugar de comida tipica de los Balcanes, cuando por el camino, de la nada ha surgido un tormenton de verano.
Nos ha obligado a refugiarnos en un garaje, y esperar a que parase. Afortunadamente ha sido muy breve, y no nos hemos mojado.
Por el camino hemos visto la sede del Parlamento (seguin hemos creido interpretar bien)
Hemos cenado en restaurante de comida Balcanica. Yo no he cenado nada, porque aun estoy digiriendo el pollomfrito de mediodia. Y hemos empezado a planificar la ruta de mañana y del resto de dias.
Hemos decidido seguir mañana hasta Zagreb, y luego vamos a dividirnos. Mi compañero quiere seguir ruta unos dias mas, por aqui. Yo doy el viaje por concluido con la satisfaccion de heber visitado 14 paises, haber cumplido los objetivos de visitar Chernobyl, y Auswitz, y algunas cosas mas con las que no contaba, como por ejemplo Cracovia, que creo ha sido la joya del viaje.
Solo un comentario final para hablar un poco de Sebia y de Belgrado. Aunque hemos venido por autopista, uno se da cuenta perfecta de como es el pais. Por el sur, cerca de Macedonia, alguna mezquitas, y muchas casas sin acabar. Conforme te diriges hacia Belgrado, las cosas van mejorando.
Abundan las montañas, aunque de escaso porte. Todo muy verde, al modo del norte de España.
La entrada en Belgrado desde el sur es muy bonita, pues se hace desde un alto, que te permite admirar toda la ciudad, que viene a tener el mismomtamaño que Bucarest. Tiene como atractivo principal, el rio Danubio.
Las calles estan llenas de gente. Todos muy civilizados, sin tener en ningun momento sensacion de peligro, como asi ha sido en todas las ciudades que hemos visitado, salvo ayer.
El trafico no es muy complicado, aunque es verdad que hoy era domingo.
De nuevo ciudad de adoquines y tranvias. Mala mezcla para las motos. Y por ultimo, algo que le da aun mas atractivo, y es que toda la ciudad cae hacia el Danubio, y esos desniveles rompen la monotonia de las ciudades mas planas; aunque la privan de la posibilidad de disfrutar de carriles bici.
En definitiva, una ciudad abierta, con turismo incipiente. Recomendable, si se esta de paso. Los precios de todo, parecidos a los de España.

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