A decir verdad, tras los dias en Chernobyl, parecia que el dia de hoy iba a ser un puro tramite. Es cierto que llevamos tres dias sin las motos y ya las echabamos de menos. Pero nos lo hemos tomado todo con mucha calma. Hasta nos hemos retrasado al levantarnos. En fin, a las nueve y media estabamos en la carretera intentando dejar el aburrido Kiev atras. Hemos tardado un buen trecho en conseguir
encontrarnos ya en la carretera con el trafico propio de quienes van de una ciudad a otra, y no de los que simplemente van a por el pan, o a llevar a los niños al colegio.
Nuestro objetivo estaba a solo 200 km de distancia y se trataba de Uman. Enseguida hemos llegado. Pro nos hemos encontrado con una ciudad de Judios. Que conste que no tenemos nada contra ellos. Solo que nos ha chocado que todo estuviera en hebreo, y que los hombres lucieran tirabuzones en las patillas.
Con alguna ayuda hemos encontrado el hotel. Hotel Melania. Una vez pagado, y mientras no preparaban la habitacion, nos hemos dado cuenta que habiamos elegido mal la poblacion para el hotel, ya que teniamos que seguir unos cien kilometros mas, hasta un Museo de Armas de la epoca sovietica. Sin saber que hacer me he dirigido al recepcionista, y ha entendido nuesto problema y muy amablemente nos ha devuelto el dinero, y nos ha indicado otro hotel cien kilometros mas adelante.
Nos hemos puesto en marcha hacia el Museo de Armas.
Al llegar, por carreteras secundarias Ucranianas, equivalentes a carreteras de quinto orden en el resto del mundo, nos ha sorprendido el museo, lleno de antiguo material militar, como helicopteros y aviones, tanques, misiles, e infinidad de camiones y transportes varios. El plato fuerte era un silo con misil aun dentro, y la visita a otro silo que hizo las veces de puesto de mando.
Estaba situado a 40 metros bajo tierra. Se accede pos unos larguisismos corredores, y luego un ascensor que nos baja eso, los 40 metros. Una vez dentro nos han enseñado cimo funcionaba todo. Los botones que habia que presionar simultaneamente para lanzar el misisl. El telefono rojo para recibis instrucciones, etc.
Cuando hemos terminado la visita, y tras comer algo, nos hemos dado cuenta de que era muy pronto aun, asi que en lugar de buscar un hotel ahi, hemos seguido camino hacia Odesa. Otros 300 kilometros adicionales.
Trescientos kilometos mas tarde, hemos llegado a Odessa. Ciudad que aunque se encuentra en Ucrania, se parece poco al resto del pais. Mucho ambiente en la calle.
Nos hemos dado una larga vuelta y nos ha encantado. Hemosmparado en unrestaurante turco para cenar y planificar la ruta de mañana que nos hace dejar Ucraniz y nos adentra en Rumania y Transnistria...
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