lunes, 1 de julio de 2019

05 01/07/2019 Nüremberg (D) - Praga (CZ) 300 Km

Nuevo dia, con estreno de nuevo mes, y nuevo pais (Rep.Checa), desconocido para mi. Todo ha ido casi sin incidencias. Luego contare por que.



Como casi siempre por la mañana una carrerita matutina. Es en estas carreras, donde mejor se conocen los lugares, pues vas a pie, y con la velocidad justa para ver todo lo que va sucediendo. 
He tenido el placer de poder correr a lo largo de las orillas del rio Pegnitz, que cruza Nüremberg. Al ser una ciudad muy plana, todo el mundo va en bici, y hay una muy buena red de carriles. Asi que me he lanzado por uno de ellos que seguia el curso del rio. El pasar de ciclistas era incesante. De todas las edades. Todos muy respetuosos. Y esquivandome a mi sin protestar. Otra delicia que me llevo de este viaje.



Luego tocaba etapa hasta Praga, a tan solo 300 km y por autopista.  La carretera muy despejada, y con trafico muy fluido, lo cual en Alemania no siempre es lo normal.  El cruce de la frontera, sin incidencias pues seguimos estando en la Comunidad Europea. En Republica checa tienen su propia moneda y es un poco incomodo, aunque en todas partes puedes pagar en euros. Incluso te dan las vueltas en euros.
A mitad de camino hemos tenido el incidente del dia, pues de pronto ha descargado una granizada, y nos ha pillado en la autopista sin poder refugiarnos durante un buen rato. Granizos como nueces que hacian daño en los brazos si te daban. Finalmente hemos pillado una salida y nos hemos refugiado en una gasolinera durante media hora hasta que ha parado. Afortunadamente con el granizo, bajaron las temperaturas algo y se estaba mejor. Pero hemos tenido que ponernos de nuevo en camino, esta vez con los trajes de agua, que dan todo el calor del mundo.   


De esta guisa hemos conseguido llegar a Praga, bajo un sol radiante, y de nuevo empapados, pero esta vez de sudor.



Una ducha mas tarde hemos salido a recorrer la ciudad, que por cierto es preciosa, a pesar del turismo masificado. Unos edificios preciosos y monumentales. 


Hemos estado toda la tarde “de la ceca a la meca”, y creo que no hemos dejado rincon por descubrir. 


Finalmente hemos parado en una muy buena cerveceria con su biergarden y nos hemos refrescado a base de cerveza helada y algo para acompañar.


Hemos acabado visitando este edificio moderno, y el contraste que hace con el resto de la ciudad.

Por cierto, que hay un gran compositor, de origen Checo, de Praga, y que os recomiendo escuchar para saber a que suena Praga. Se llama Antonin Dvorak, y la obra que os dejo es el cuarto movimiento de su Sinfonia numero nueve en el enlace adjunto. Ya vais a entender de donde sale la inspiracion para la banda sonora de no pocas peliculas. Este apunte musical me lo ha dejado mi violinista favorita: mi hija fatima que hace no mucho estuvo interpretando esta sinfonia en la orquesta conla que toca.

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